Utiliza la hora para colaborar con un grupo medioambiental local en un proyecto cerca de tu casa. ¡Es divertido, fomenta la conexión y te da una sensación instantánea de haber triunfado!
Ofrécete como voluntario para recuperar un hábitat natural, limpiar una playa o sembrar arbustos apícolas con otros vecinos de ideas afines a los tuyos. O dedica una hora al huerto comunitario de tu localidad (si hay uno en tu zona) y recibe formación práctica de horticultores experimentados.
¿Sabías que ser voluntario no solo es bueno para el planeta? Los estudios muestran que ser voluntario medioambiental está relacionado con la salud física y el bienestar mental positivo.