Se prepara un festín para ti y tu cita: un jugoso pollo asado, verduras verde esmeralda, un postre rebosante de fruta madura y tal vez una buena botella de vino si es lo que les gusta. Lo único que podría mejorar todo es saber que los dos están contribuyendo a un planeta más sano mientras comen. 

Eso está en el menú cuando escoges restaurantes sostenibles, quienes están comprometidos con prácticas respetuosas con el planeta. Por ejemplo en reducir el desperdicio de alimentos, utilizar envases ecológicos, comprar alimentos a agricultores y ganaderos locales a precios justos, reducir las emisiones procedentes del transporte o apoyar a economías locales. 

Además, cuando los chefs se asocian con los agricultores locales, se comprometen a servir los alimentos en su punto álgido de frescura estacional, ¡y eso sabe mejor!