La ansiedad ecológica es real. De hecho, las investigaciones globales muestran que el 50% de los jóvenes de 16 a 25 años informan de sentimientos de impotencia, ira y culpabilidad en torno al tema del cambio climático. Pero ¿sabes qué puede ayudar a convertir el estrés en acción? Hablar con un amigo. 

¿Por qué no reservar 60 minutos para charlar sinceramente sobre cuestiones e impactos medioambientales la próxima vez que quedéis para tomar un café? Intercambia recomendaciones de libros sobre la naturaleza o informa sobre experiencias divertidas de voluntariado ecológico. Compartir tus sentimientos e inquietudes con un amigo puede ayudar a inspirar el cambio y capacitaros a ambos. Al fin y al cabo, si os enfrentasteis a la escuela secundaria juntos, también podéis hacer frente al cambio climático en equipo.