¡Coge una paleta y ayuda a cultivar tu propia cena! Tu proyecto puede ser tan grande o pequeño de acuerdo con el tiempo y el espacio del que dispongas, desde una sola maceta de albahaca en el borde de tu ventana de tu cocina hasta un gran huerto lleno de lechugas, tomates y ajos orgánicos. Pide ayuda a tus hijos y a tus seres queridos, ¡estamos seguros que les encantará!

Sea cual sea la escala, te sorprenderá lo orgulloso y emocionado que te sentirás al ver brotar y crecer tus propias verduras. Y luego, ¡podrás disfrutarlos en tu plato!

Además, trabajar juntos en tu huerto quema calorías, alivia el estrés, anima a todos a seguir una dieta más sana y reduce tu huella residual, ya que cultivas alimentos en casa y evitas los envases. ¡También ahorrarás dinero! 

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